04 febrero 2009

Su árbol


Todo el mundo decía que ese árbol estaba seco,
pero por una extraña razón, cada vez que Claudia subia a jugar,
crecía un poquito mas y si era un día de carcajadas una nueva flor florecia.
Claudia llegó por casualidad, no estaba cerca de su casa, pero cuando lo vió
por primera vez, supo que ese, era su árbol.
Buscó una cuerda y una tabla de madera
y comenzó a columpiarse.
Cual fué su sorpresa, que al parar de balancearse, notó que algo le empujaba,
con suavidad, pero con la suficiente energía de poder sentir que no estaba sola,
que su árbol, no era un árbol cualquiera, sino un amigo,
su compañero de juegos.

4 comentarios:

Alber dijo...

MUy bonito el cuento y también la ilustración. Ya sabes que tus dibujos a tinta china me encantan. Éste tiene un toque diferente, aunque no sé bien qué es. Puede que la niña tenga un estilo más inclinado al de los tebeos. En cualquier caso, felicidades

Anónimo dijo...

Lo vas a colorear, lo vas a colorear???
Me encanta pichona!! Pero que arte tienes, madre!!!
Alucino, con lo dificil que es la tinta china!! Y la facilidad que tienes en crear estas obras de arte!!!
Que me encanta!!!
Besazos, y que linda la historia.

Duques dijo...

Que ilustración tan chula, el sentido del relato está muy bien recogido. ¡Muy buen trabajo!

Mar Parejo dijo...

Qué lindo!, todos hemos tenido un árbol-amigo, en el mío no te podías columpiar, pero tenía un hueco por donde meterse, pero mi cara de felicidad era la misma que la que tiene esta niña balanceándose. Mi pregunta es la misma, ¿lo veremos también a color?. Sería bonito ver las dos versiones.